Para los masajes de cuello, se rodeará con las dos manos suavemente
Este forma la piedra angular de toda seducción. Acompaña cada gracieta de un ademán cómplice, sorprende con un apretón de manos, si ves que la situación se marcha apagando. Sutileza, suavidad y ritmo en tus acercamientos, despierta emociones en su piel.